Por primera vez en 50 años, una serpiente de lluvia de cuatro pies ha sido avistada en un bosque de Florida, un hallazgo que ha emocionado a los amantes de la fauna y la flora de la región. Este avistamiento inesperado proporciona una valiosa oportunidad para aprender más sobre esta especie poco conocida y su impacto ecológico.
La Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida (FWC) informó que estas serpientes son muy acuáticas y pasan la mayor parte de su vida escondidas entre la vegetación acuática. Debido a sus hábitos crípticos, son raramente vistas incluso por los herpetólogos. Sin embargo, se especula que un reciente cambio en los niveles de agua del río Rodán obligó a la serpiente a salir de su escondite.
Tracey Cauthen y Rebecca Boye se encontraban caminando por el Bosque Nacional de Ocala cuando se toparon con esta serpiente de cuatro pies de color aguamarina. Boye compartió en una publicación de Facebook: “Tracey Cauthen y yo nos encontramos con este hermoso bicho”. La serpiente azul, también conocida como “mocasín de anguila”, está pintada con parches iridiscentes, amarillos y rojos, y tiene tres triángulos rojos en su cuerpo. Los adultos miden entre 40 y 54 pulgadas, y la mayor registrada mide 66 pulgadas.
Estas serpientes viven principalmente escondidas debajo de la vegetación flotante y cerca de arroyos, lagos, pantanos y planicies de marea. Este comportamiento las convierte en un espectáculo poco común, incluso para los herpetólogos que estudian a los anfibios y reptiles.
El Museo de Historia Natural de Florida también señaló que las serpientes de lluvia, aunque impresionantes por su colorido, no son peligrosas. En 2010, el Centro para la Diversidad Biológica en Florida solicitó proteger a la serpiente de lluvia del sur de Florida bajo la Ley de Especies en Peligro de Extinción, junto con otras 403 especies en peligro del sudeste de agua dulce. Sin embargo, al año siguiente, el gobierno federal consideró que la serpiente había desaparecido, sin realizar el estudio exhaustivo necesario para respaldar tal declaración. En respuesta, el Centro ofreció una recompensa de $500 a cualquiera que pudiera proporcionar pruebas de la existencia del animal.